No ha sido una temporada nada fácil para el primer entrenador del CB SPAR Gran Canaria, José Carlos Ramos.

Estuvo a punto de dar la campanada en el debut liguero en el Santiago Martín de Tenerife (103-102, tras dos prórrogas). Y después enfiló al frente del equipo amarillo una peligrosa cuesta abajo, aunque en el Club siempre fueron conscientes del potencial de los primeros rivales a los que se iba midiendo las huestes grancanarias.

El conjunto liderado por Ramos fue ganando en consistencia, la intensidad defensiva ha sido el talón de Aquiles de toda la competición, pero se ha suplido con una excelente aportación ofensiva, un juego alegre y descarado en muchas ocasiones, en las batallas en las que han crecido mucho diferentes jugadoras.

Hoy, con diez victorias muy trabajadas, la tranquilidad de la permanencia matemática, el SPAR Gran Canaria vuelve a entrenar en La Paterna para preparar el asalto a las tres últimas jornadas, recibiendo al Lointek Gernika Bizkaia (viernes 12 de marzo), también al Cadí La Seu D'urgell Lleida (viernes 19) y viajando a Zaragoza para cerrar la Liga Femenina Endesa en Zaragoza, ante el Casademont.

Las sonrisas serán diferentes en La Paterna tras alcanzar su particular cima tras una temporada de muchos nervios. Toca disfrutar del baloncesto, que es algo más que un deporte, es un movimiento social. Y José Carlos Ramos nunca olvidará su primera experiencia en la élite.