GIGANTES del basket

Personaje

Astou Barro Ndour

De Senegal a los focos

Por Carlos Velasco

Llegó a Gran Canaria desde Senegal con I95 cm. y con sólo 58 kilos de peso. El C.B. Islas Canarias previó que ella tenía proyección y por ello solicitó su nacionalidad española. Tras un excelente verano con tres selecciones de nuestro país, su nombre suena con fuerza.

Los organizadores del último Europeo U18 disputado en Rumanía y del último Mundial U19 jugado en Chile acordaron que esta senegalesa de Dakar (nacida el 22 de agosto de 1994) debía estar presente en ambos quintetos ideales. No es de extrañar. En la cita intercontinental sus números ascendieron a los 12.1 puntos y 9.1 rebo¬tes, mientras que en la competición europea mejoró sus prestaciones anotadoras y se quedó en 14 tantos y 8.3 rechaces. Con estos datos se puede decir sin miedo a equivocarse que la decisión del Consejo de Ministros del 17 de junio de 2011 sobre la nacionalización efectiva de Astou no pudo ser más acertada. Un bronce europeo y una plata mundialista han justificado este proceso, en el cual ha sido primordial la actuación de la entrenadora Begoña Santana y del técnico y director deportivo Domingo Díaz del C.B. Islas Canarias.

No quedándose contenta con los logros obtenidos, Astou aceptó el reto del Mundial de la Juventud de Italia en el que se empleó el formato de 3x3. Junto a Yurena Díaz, Sara Rodríguez y Marta Montoliu cosechó la octava medalla en categorías de formación para España en 2011. Un verano mágico. «Valió la pena todo el esfuerzo. Ha sido genial», nos explica Astou, la cual habla un español muy bueno sabiendo que sólo lleva 2 años y ocho meses en la isla de Gran Canaria (aunque ya aprendió algo en Senegal). «Llegué al club porque una chica [Aminata Diop] fue a hacer unas pruebas con Begoña Santana y ésta le preguntó si había otras jugadoras jóvenes en Senegal que conociese». Aminata contestó que sí y Bineta Ndoye y Astou se comprometieron con el club. Astou tuvo que abandonar la escuela donde jugaba y se resolvieron los trámites burocráticos para el viaje de ambas. Ya en mayo de 2009 publicamos que cuando era cadete de primer año había machacado el aro en un partido contra un equipo de Lanzarote. «Me gusta mucho el baloncesto. Cuando llegué a España pesaba sólo 58 kilos a pesar de mi 1.95 [sufría anemia]. Ahora peso 65. Me he acostumbrado a una cultura muy diferente. Europa y África no tienen nada que ver. Tengo que dar las gracias a Begoña y a Domingo por cómo me han tratado. Han sido muy buenos conmigo, así como el resto de la gente de España», se sincera.

Astou entrena todos los días con el Liga Femenina, conjunto en el que jugará, y por las mañanas mejora su técnica individual. «Entreno fuerte. Siempre me dicen que haga las cosas fáciles y que no me complique», resalta. Nos confiesa que lo que más ha mejorado en este período en España ha sido «su tiro, el juego de contraataque y el físico».

Respecto a su eclosión a nivel internacional gracias a su pasaporte español, reconoce que se lo pasó genial y que terminó muy contenta con el grupo. «Era la primera vez que jugaba con España y todo pasó muy rápido para mí. No me esperaba estar en los dos quintetos ideales. Fue una sorpresa», recalca.

Astou no tiene sueños grandilocuentes. Prefiere vivir en el presente. «Quiero ser una buena jugadora y aportar al Gran Canaria», sentencia. Ni sueños de WNBA ni de selección española senior. Paso a paso.