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Lo que no se cuida, se pierde - Aridane Ávila

Miércoles, 8 de Julio de 2020

Lo que no se cuida, se pierde - Aridane Ávila (Victoria en Sant Adrià)

Lo que no se cuida, se pierde

Aridane Ávila

Hace algún tiempo, se medía la importancia de las ciudades por su capacidad de tener equipos deportivos en la máxima categoría posible. La crisis (aunque creo que ya debería escribir esa palabra en plural), mató un poco esa creencia, más por un motivo económico que real. Ahora en 2020, podemos estar muy felices de que Las Palmas de Gran Canaria, Gran Canaria y Canarias tengan al SPAR Gran Canaria de regreso a la Liga Femenina.

La capital grancanaria se une a Valencia, La Laguna, Vitoria, Zaragoza y Madrid como únicas ciudades del estado español en las que se puede ver tanto baloncesto femenino como masculino de la máxima categoría. Un valor añadido que debería despertar nuestra conciencia para valorar el logro de una entidad que, amparada en su potencial como club histórico, ha tenido la fortaleza institucional para poder asumir el cambio de categoría.

Primer club de Canarias en lograr un título europeo, decano del baloncesto femenino español en máxima división, y principal equipo canario de baloncesto tanto masculino como femenino en aportar jugadoras a la selección nacional (más de quince), su presencia en la élite es algo que antes o después iba a producirse.

En un contexto como el actual, nadie dice que vaya a ser una empresa fácil. Pero tampoco lo ha sido estar 40 años al pie del cañón, siendo competitivas en cualquiera de las competiciones disputadas. Ahora, con la certeza de que el primer equipo es un espejo necesario para la prolífica cantera, las futuras jugadoras tendrán un aliciente más para permanecer en la isla con una alternativa potente a Estados Unidos y sus universidades.

Le toca al SPAR Gran Canaria hacer un equipo ganador, que reúna a las mejores y que le afiance en la categoría como primer paso, para volver a los lugares en la clasificación que no hace tanto habitaba. Con sponsors potentes y fieles como los que tiene, sumado a la fortaleza institucional que ha demostrado, será también cuestión de tiempo que lo logre de nuevo.

El deporte está de enhorabuena, pero también la visibilización de la mujer. Existe otro potente altavoz en el SPAR Gran Canaria que le da el valor adecuado a su exponencial esfuerzo en el día a día. Y también en estos tiempos de reivindicación racial, su presencia permite demostrar que la mezcla de personas con identidades diferentes, no solo no resta, sino que suma. La historia de la institución lo demuestra.

Estamos de enhorabuena, ahora entre todos y todas, consolidemos el logro. Porque ya sabemos que lo que no se cuida, se pierde.