Celebro la cada vez mayor presencia de las mujeres deportistas en los diferentes medios de comunicación. El tiempo nos dirá si se hace desde el convencimiento de que merecen ese espacio, o por la ola necesaria y tardía, de dar voz a aquellas que han estado silenciadas tanto tiempo. Disfrutemos de este interesante cambio de paradigma, es un buen camino.

Ahora con el Día de la Mujer tan cercano en el calendario, a uno se le viene la cabeza todo lo que el SPAR Gran Canaria ha hecho por la promoción de la mujer. Y lo más interesante, es que lo ha hecho desde la perspectiva local, y a la vez global. No olvidemos que el nombre del club es Islas Canarias, marcando desde el principio la necesidad de representar a todas las islas, sin egoísmos, con voluntad de liderazgo. Pero por otro lado global, abriendo las puertas para que cualquier mujer del mundo pueda cumplir su sueño al amparo de una entidad que garantiza las condiciones para crecer. 

Con esa filosofía, y aún lejos de lograr el acercamiento en condiciones y apoyos del que gozan los hombres, es curioso que los resultados obtenidos sean incluso mejores. Llegar a finales europeas era algo inimaginable cuando el SPAR Gran Canaria ya lo hacía, e incluso las ganaba. Levantar Copas de la Reina no se contemplaba, cuando el club isleño se convertía en el mejor equipo de la competición.  Y lo más difícil, y tal vez invisible, la cantidad de niñas que cada día entrenan con el objetivo de llegar, pero el aún más lícito precepto de guiar sus vidas en los valores del deporte. Y esto desde hace 40 años. Día tras día. 

Escuchaba el otro día al mandatario de un importante club de baloncesto del estado español, decir que él apostaba por la igualdad efectiva. No lo dudo, porque es la única entidad que tiene a su primer equipo masculino y femenino en la máxima categoría, y con unas logísticas bastante parecidas. Entonces yo me pregunté si eso podría ser real en Gran Canaria. Si se podrían dar las condiciones para tener un equipo en máxima categoría, con la suficiente solidez como para poder optar a estar con las mejores, volver a Europa, y recuperar el patrimonio generado en forma de jugadoras exitosas. 

No cabe duda que SPAR Gran Canaria es un gran apoyo, como lo son otras empresas o las propias instituciones. Pero, ¿y nosotras y nosotros?, ¿qué podemos hacer para darle la importancia que merecen las mujeres? Incrementar la asistencia, prestar atención en las redes sociales, provocar que las referentes de nuestras niñas sean sus iguales, es decir mujeres y no hombres, son algunas medidas sencillas que en nuestro ámbito de acción ayudarán a caminar hacia la igualdad. 

Decía el escritor uruguayo Eduardo Galeano, que la utopía servía para caminar. Ahora que ya estamos caminando, cambiemos la utopía por realidad.